Los abrigos son una de las inversiones más importantes del guardarropa invernal, y elegir los adecuados puede garantizar looks elegantes año tras año. Aunque las tendencias cambian cada temporada, existen diseños icónicos que se mantienen vigentes por su funcionalidad, estética y versatilidad.
El trench coat es quizá el abrigo atemporal por excelencia. Originalmente diseñado como prenda militar, su silueta estructurada, cinturón ajustable y resistencia al clima lo han convertido en un básico imprescindible. Funciona en otoño e invierno con capas ligeras debajo y es uno de los abrigos más fáciles de combinar, va bien con jeans, vestidos y looks profesionales. Su paleta clásica (beige, arena y negro) asegura que se mantenga vigente década tras década.
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Otro diseño eternamente popular es el abrigo de lana tipo “wool coat”, que destaca por su elegancia y capacidad para brindar calidez sin perder estilo. Este abrigo suele tener corte recto, botones frontales y solapas marcadas, lo que lo convierte en una pieza ideal tanto para atuendos formales como para looks casuales sofisticados. Colores como camel, gris, azul marino y negro son los más atemporales, ya que combinan con prácticamente cualquier prenda de invierno. Su durabilidad lo vuelve una inversión inteligente que puede acompañarte durante años.
El abrigo tipo “peluche” o teddy coat ha demostrado no ser una moda pasajera, aunque su popularidad se disparó gracias a las celebridades y redes sociales, su comodidad y textura cálida lo consolidaron como favorito del estilo urbano. Su encanto radica en la mezcla entre abrigo funcional y estética acogedora, lo que lo ha mantenido vigente incluso fuera de temporadas de tendencia. Los tonos neutros, como beige, café o avena, son los más recomendados para obtener un look más atemporal.
No podemos dejar fuera al abrigo acolchado o puffer coat, un imprescindible en climas fríos. Con su tecnología térmica y materiales ultraligeros, este abrigo combina moda y funcionalidad, convirtiéndose en pieza clave para quienes buscan un estilo moderno sin sacrificar comodidad, aunque existen versiones voluminosas y llamativas, los modelos en colores neutros y cortes sencillos se mantienen clásicos y fáciles de usar año tras año, además, su practicidad lo hace perfecto para viajes, actividades al aire libre o días de bajas temperaturas.
Por último, el abrigo tipo gabardina estructurada y los modelos inspirados en la sastrería clásica continúan dominando el invierno. Sus líneas limpias, hombros definidos y materiales de alta calidad hacen que estos abrigos nunca pierdan relevancia, son ideales para quienes buscan un estilo sofisticado sin esfuerzo y pueden complementar perfectamente desde un outfit ejecutivo hasta un look minimalista. Elegir cortes rectos y telas resistentes es la clave para convertirlos en piezas eternas del guardarropa.