El reciente escándalo que involucra a la firma italiana Prada y las tradicionales sandalias Kolhapuri de la India ha desatado una ola de reacciones a nivel mundial. La marca presentó en su colección masculina de Milán un modelo de calzado de cuero que guarda una similitud evidente con las Kolhapuri, sin mencionar su origen ni reconocer el trabajo de los artesanos que, desde hace siglos, elaboran estos zapatos a mano.
La indignación en redes fue inmediata y, curiosamente, provocó un efecto positivo para los fabricantes locales: las ventas se dispararon, mientras la conversación se tornó política y varias marcas indias aprovecharon el momento para posicionarse en el mercado global.
En México, este episodio ha traído inevitablemente a la memoria el caso ocurrido en 2021, cuando la casa de moda Dior presentó una colección que utilizaba bordados prácticamente idénticos a los del municipio de Tenango de Doria, en Hidalgo, sin mencionar a las comunidades otomíes ni establecer un acuerdo comercial con ellas.
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El hecho fue ampliamente criticado por activistas y medios internacionales, y reabrió el debate sobre la apropiación cultural en la moda de lujo, así como la urgencia de establecer mecanismos de protección para las creaciones artesanales
Así, mientras las luces del desfile de Prada iluminaban la pasarela de Milán, un detalle aparentemente menor desató una tormenta en redes: unas sandalias masculinas de cuero, de líneas simples, similares a las Kolhapuri chappals, el calzado artesanal con más de ocho siglos de historia en la India.
La controversia no tardó en estallar, pues después de que no existiera una mención al origen, ni una una nota de prensa que reconociera a los más de 7,000 artesanos que, a mano, aún cosen cada par en talleres de Maharashtra, las críticas en redes sociales acusaron desde apropiación cultural, hasta llamados a boicot por parte de líderes nacionalistas, sin embargo la historia dio un giro inesperado ya que la polémica revivió una industria en declive y logró triplicar sus ventas en solo una semana.
Las sandalias Kolhapuri se elaboran con cuero curtido vegetal y se remontan al siglo XII. Tradicionalmente usadas por hombres con kurta y dhoti, hoy se producen en variedad de colores, cortes y tamaños. A menudo cuestan apenas 5 a 32 dólares, frente a los 844 dólares del modelo de Prada.
Hasta el momento, la firma italiana no ha emitido un comunicado formal, aunque fuentes cercanas aseguran que están revisando con seriedad la posibilidad de reconocer el origen artesanal. En tanto, diseñadores y voces del mundo de la moda reclaman mayor transparencia e inclusión cultural en las grandes casas de lujo.