MEJORA DEL SUEÑO

Valeriana o melatonina: descubre cuál te ayuda realmente a dormir mejor

Entre opciones herbales y hormonales, la ciencia ha comenzado a revelar qué tan efectivas son realmente y cuál podría adaptarse mejor a las necesidades de cada persona

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Dormir bien se ha convertido en uno de los mayores desafíos de la vida moderna. Entre el estrés, el exceso de pantallas y los cambios en los horarios, cada vez más personas buscan soluciones naturales para conciliar el sueño.

En ese intento, dos nombres suelen aparecer una y otra vez, la melatonina y la valeriana. Aunque ambas se asocian con el descanso, su funcionamiento y efectividad son muy diferentes.

A diferencia de lo que muchos piensan, la melatonina no es un somnífero, sino una hormona que nuestro cuerpo produce de manera natural cuando cae la noche. Su función principal consiste en regular el ciclo sueño-vigilia, por lo que resulta especialmente útil en casos de desajustes de horario, como el jet-lag o el trabajo nocturno.

Los estudios han demostrado que puede ayudar a conciliar el sueño más rápido y mejorar su calidad, aunque su efecto suele ser leve y más notorio en personas con alteraciones del reloj biológico.

Por otro lado, la valeriana es una planta medicinal usada desde hace siglos para promover la relajación y reducir la ansiedad. Actúa sobre el sistema nervioso central, aumentando la disponibilidad del neurotransmisor GABA, lo que contribuye a disminuir la actividad cerebral y a generar una sensación de calma.

Sin embargo, su efectividad es más variable, ya que algunas personas notan una mejora en la calidad del sueño tras varios días de uso constante, mientras que en otras su efecto es casi imperceptible.

En términos generales, la melatonina resulta más eficaz para quienes tienen problemas para dormir a ciertas horas, mientras que la valeriana puede beneficiar a quienes sufren insomnio leve o estrés nocturno.

La diferencia también se encuentra en la rapidez de su efecto, pues la melatonina suele actuar el mismo día, mientras que la valeriana requiere un consumo regular durante una o dos semanas para que el cuerpo responda.

Ambas opciones son consideradas seguras cuando se usan por periodos cortos y en dosis adecuadas, pero es importante recordar que lo natural no siempre significa libre de riesgos. La melatonina puede provocar somnolencia diurna o sueños vívidos, mientras que la valeriana puede causar malestar estomacal o mareos en algunas personas.

Además, su uso no está tan regulado, por lo que la dosis real de algunos suplementos puede variar respecto a lo que indica la etiqueta.

Los especialistas recomiendan no combinar ambos productos sin supervisión médica y, sobre todo, acompañar su consumo con una buena higiene del sueño. Mantener horarios regulares, evitar pantallas antes de dormir, reducir la cafeína y crear un ambiente oscuro y tranquilo en la habitación puede marcar la diferencia.

En conclusión, ni la melatonina ni la valeriana son soluciones milagrosas, aunque pueden ser aliadas útiles dependiendo del tipo de problema de sueño.

La clave está en entender que el descanso reparador no solo depende de un suplemento, sino también de los hábitos que se mantienen durante el día.