La pareja del momento en la realeza, Meghan Markle y el Príncipe Harry, asistieron a la gala anual de Baby2Baby, un evento benéfico que recaudó más de 18 millones de dólares para apoyar a niños y familias en situación vulnerable.
Durante la velada, se rindió tributo a Serena Williams, quien recibió el prestigioso “Giving Tree Award” por su labor en salud materna y apoyo a comunidades desfavorecidas. Meghan y Harry posaron junto a la tenista y reforzaron su compromiso con causas solidarias, especialmente las enfocadas en infancia y bienestar familiar.
El evento también sirvió para reforzar la alianza social de la pareja real con el mundo del espectáculo, Harry lució un esmoquin con amapola en la solapa en honor al Remembrance Day del Reino Unido, mientras Meghan destacó con un look impecable en negro. Su participación refleja no solo influencia mediática, sino una agenda filantrópica sólida.
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Para los organizadores de Baby2Baby, fundada en 2011, la gala representa un momento clave: hasta la fecha han entregado más de 31 millones de artículos esenciales a familias afectadas por crisis. La presencia de figuras como Meghan, Harry y Serena contribuye a visibilizar y expandir su misión humanitaria.
La participación de la pareja tuvo eco inmediato en redes sociales y medios internacionales, donde fue calificada como un gesto de solidaridad y relevancia pública, su aparición en este evento marca un punto de convergencia entre realeza, entretenimiento y responsabilidad social.
En un entorno donde cada aparición de los duques de Sussex genera revuelo, esta asistencia va más allá del glamour: pone la filantropía en el centro y subraya que su rol público incluye causas que trascienden la alfombra roja.
Con esta presencia y respaldo activo, Meghan Markle y el Príncipe Harry consolidan su perfil como figuras comprometidas con el bienestar colectivo y elevan su plataforma social hacia nuevos horizontes.