SALUD Y BELLEZA

Cuatro tratamientos para eliminar las cicatrices de acné; opciones efectivas para recuperar tu piel

Con constancia y las técnicas clínicas adecuadas, es posible lograr una piel más uniforme, saludable y libre de marcas

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Las cicatrices causadas por el acné pueden afectar no solo la textura de la piel, sino también la autoestima. Aunque representan una consecuencia común de los brotes severos, hoy existen tratamientos dermatológicos avanzados y accesibles que ayudan a disminuir su apariencia de manera efectiva. La clave es identificar el tipo de cicatriz (atrófica, hipertrófica o manchas postinflamatorias) para elegir la terapia correcta.

Uno de los tratamientos más utilizados es el láser fraccionado, una tecnología capaz de estimular profundamente el colágeno y mejorar la textura de la piel. Funciona creando microlesiones controladas que activan el proceso regenerativo natural. Es especialmente útil para cicatrices profundas tipo “ice pick” o “boxcar”, aunque requiere varias sesiones y sus resultados progresivos son de los más consistentes a largo plazo, siendo uno de los favoritos en dermatología estética.

Otra opción muy efectiva es la microneedling, también conocido como terapia de inducción de colágeno. Este procedimiento utiliza pequeñas agujas que realizan microperforaciones en la piel para mejorar la textura y disminuir cicatrices superficiales o medianas. Cuando se combina con radiofrecuencia, potencia aún más su efecto. Es una alternativa ideal para personas que buscan una recuperación más rápida que la que requiere el láser.

En casos de cicatrices hundidas o muy marcadas, los dermatólogos recurren a los rellenos dérmicos, especialmente aquellos a base de ácido hialurónico. Estos ayudan a elevar la depresión de la cicatriz y ofrecer una apariencia más uniforme, aunque sus resultados no son permanentes, suelen durar de 12 a 18 meses y ofrecen una mejora inmediata, por lo que son una excelente solución a corto y mediano plazo.

Las peelings químicos, como los realizados con ácido glicólico, salicílico o TCA, también juegan un papel importante en la corrección de cicatrices leves o manchas postinflamatorias. Al renovar las capas superficiales de la piel, ayudan a suavizar la textura y unificar el tono. Este tratamiento es especialmente recomendado para quienes presentan pigmentación residual tras brotes de acné, mejorando notablemente la luminosidad.

Independientemente del tratamiento elegido, es fundamental acudir a un dermatólogo certificado para obtener un diagnóstico adecuado. Además, el uso diario de protector solar es indispensable, ya que la exposición UV puede oscurecer las cicatrices y retrasar su mejoría.