SALUD Y BIENESTAR

Cómo practicar el ‘grounding’; el método natural para reducir el estrés y mejorar tu energía

Si estás buscando una forma de reconectar con el cuerpo, reducir tensión, mejorar la calidad del descanso y sentir un mayor arraigo con la naturaleza, probarlo podría ser una opción valiosa

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El "grounding" (o earthing) es una práctica que consiste en restablecer el contacto físico del cuerpo humano con la superficie de la Tierra, ya sea caminando descalzo sobre hierba, arena o suelo natural, o empleando dispositivos conductores que permiten esa conexión cuando estamos en interiores.

La idea central es que la Tierra posee una carga eléctrica negativa, y que al tocarla directamente el cuerpo humano puede “recibir” electrones que ayudan a neutralizar cargas positivas acumuladas. Estudios científicos la definen como la condición de “ser parte del circuito eléctrico global de la Tierra”. 

Según la hipótesis del "grounding", el cuerpo humano moderno vive aislado de su conexión natural con la Tierra (por calzado con suela aislante, estructuras urbanas, etc.), lo que impediría que los electrones libres de la Tierra fluyan hacia el cuerpo y contribuyan a estabilizar su carga eléctrica.

Al reconectar, se afirma que se podrían reducir los efectos del estrés oxidativo, la inflamación y mejorar funciones fisiológicas como el sueño, la circulación y la respuesta inmunitaria. Un análisis de revisiones sugiere que esta conexión podría alterar biomarcadores como la viscosidad sanguínea, los linfocitos o las citocinas.

Aunque aún es un campo con estudios preliminares, destaca que algunas investigaciones han observado:

          •        Reducción de inflamación y mejoría en la reparación de tejidos. 

          •        Mejorías en el sueño, regulación del cortisol y reducción del estrés subjetivo. 

          •        Cambios en la circulación sanguínea y reducción de la viscosidad de la sangre 

Estos hallazgos sugieren que el "grounding" podría convertirse en una estrategia complementaria dentro de un estilo de vida saludable, aunque no reemplaza tratamientos médicos establecidos.

Integrar esta práctica es sencillo y accesible, caminar descalzo sobre césped, arena o suelo natural durante algunos minutos al día, tumbarse o sentarse con contacto directo con el suelo o bien, para quienes permanecen mucho tiempo en interiores, utilizar “almohadillas”, hojas o bases conductoras que conecten con una toma de tierra o con la superficie conductora de la Tierra. Según los estudios, la constancia importa, sesiones diarias de 20 a 30 minutos parecen más efectivas que experiencias puntuales. Es clave también aplicar junto con hábitos saludables: buena alimentación, sueño reparador, ejercicio físico y manejo del estrés.

Aunque la práctica es de bajo riesgo en su versión al aire libre (descalzo en naturaleza), se debe tener cuidado en superficies potencialmente peligrosas (vidrios, suelos irregulares, agua estancada). En los dispositivos de “grounding” en interiores, se recomienda verificar la correcta instalación eléctrica para evitar riesgos, además, es importante subrayar que la evidencia científica aún es limitada en tamaño de muestras, diseño riguroso y replicación de resultados.

El "grounding" es una herramienta simple, natural y de bajo costo que podría aportar beneficios para el bienestar general, especialmente en términos de sueño, estrés, inflamación y sensación de conexión corporal, sin embargo, sus efectos aún deben considerarse como complementarios a un estilo de vida saludable más amplio.