HALLAZGOS

Ser hijo único afecta el desarrollo cerebral; esto debes saber

Un estudio en China publicado en Nature Human Behaviour detectó diferencias estructurales y emocionales entre personas con y sin hermanos

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El ser hijo único ha sido terreno fértil para prejuicios y teorías no siempre respaldadas por la ciencia, la narrativa popular suele asociar esta condición con carencias afectivas, conductas egocéntricas o dificultades sociales. Sin embargo, la psicología contemporánea, apoyada ahora por herramientas como la neuroimagen, comienza a ofrecer un enfoque más riguroso sobre estas narrativas. 

Uno de los estudios más recientes y relevantes en este tema fue desarrollado por un grupo de investigadores en China, cuyos hallazgos fueron publicados en la revista especializada Nature Human Behaviour. El equipo analizó el cerebro de personas que crecieron sin hermanos, no solo desde una perspectiva anatómica, sino también funcional y emocional. 

Esto descubrieron los investigadores 

El análisis, basado en imágenes cerebrales a gran escala, reveló diferencias estructurales y de conectividad en los cerebros de los hijos únicos, en comparación con quienes crecieron con hermanos, como: 

  1. Mayor volumen en el cerebelo: región clave para la coordinación motora, el procesamiento emocional y funciones cognitivas. 
  2. Volumen cerebral total ligeramente menor: aunque sin implicaciones negativas claras. Según los científicos, esta diferencia podría explicarse por factores ambientales más que biológicos. 
  3. Conectividad más robusta en fibras del lenguaje: probablemente derivada de una mayor interacción verbal con adultos desde edades tempranas. 
  4. Menor conectividad en fibras motoras: posiblemente relacionada con la ausencia de juegos físicos compartidos típicos en contextos con hermanos. 

Estos hallazgos, explican los autores, no deben leerse en clave de “déficit”, sino como manifestaciones diferentes del desarrollo cerebral, moldeadas por la experiencia. 

Lo emocional también cuenta 

Más allá de lo estructural, el estudio también se detuvo en aspectos emocionales. Los hijos únicos mostraron niveles más altos de creatividad, inteligencia y bienestar subjetivo, lo que va en contra del estereotipo del niño solitario, mimado o antisocial. 

Eso sí, se identificaron niveles más bajos de actividad espontánea en zonas frontotemporales del cerebro, asociadas con la empatía y la toma de decisiones sociales, pero de nuevo, los científicos advierten que esto no implica una disfunción, sino una forma distinta de procesar ciertos estímulos sociales.