RECORDAR NO SIEMPRE ES AMAR

¿Extrañas a tu ex o solo estás idealizando? La psicología explica por qué nos pasa

A veces no extrañas a tu ex, sino a la versión de ti que eras cuando estabas con él y la psicología lo explica y aquí te contamos todos los detalles

Escrito en TENDENCIAS el

Terminaste, bloqueaste, lloraste, superaste y de pronto ya estás recordando cómo te hacía reír, cómo se preocupaba por ti, cómo les quedaban bien las fotos juntos. Y aunque sabes que había red flags, ahora te preguntas si no exageraste todo. ¿Te suena familiar? Tranquila, no estás loca ni eres emocionalmente débil, estás idealizando. Y es más común y psicológico de lo que crees y aqí te damos todos los detalles.

¿Qué significa idealizar a un ex?

Idealizar es cuando, sin querer, construimos una versión mental más bonita de lo que fue, borrando lo malo y quedándonos con lo que nos conviene recordar. Es como ponerle filtro vintage a una historia que en realidad fue en HD y sin edición.

Los psicólogos explican que la mente tiene una tendencia a recordar con más fuerza las emociones positivas porque nos dan una sensación de seguridad y consuelo. En pocas palabras tu cerebro quiere protegerte del dolor aunque eso implique contarte una versión un poco “maquillada” de lo que pasó.

¿Por qué pasa esto?

Hay varios factores que nos hacen caer en este jueguito mental:

  • Vacíos emocionales: Cuando estamos solos o pasando por momentos de incertidumbre, la nostalgia se activa como mecanismo de escape. El pasado parece un lugar más cómodo que el presente.

  • Miedo al cambio: A veces idealizamos al ex no porque queramos volver, sino porque nos da miedo soltar del todo y enfrentar lo nuevo.

     

  • Comparación constante: Si tu crush actual no te hace reír como tu ex, empiezas a comparar. Pero cuidado: muchas veces no es que tu ex fuera tan bueno, es que aún no estás conectando contigo misma o con el presente.

  • El factor ¿y si…?: Cuando no hubo cierre claro o la relación terminó de forma repentina, la mente deja huecos que rellena con fantasías.

¿Y cómo salir de ese ciclo mental?

  1. Haz memoria completa: No solo recuerdes los besos en París, también piensa en los silencios incómodos, las peleas, los “te escribo luego” que no llegaban.

  2. Redirige tu atención: Cada vez que venga el pensamiento de “es que con él todo era mejor”, respóndete: “¿todo? ¿segura?” y cambia el foco.

     

  3. Recuerda quién eras tú en esa relación: A veces no extrañas al ex, extrañas la versión tuya de ese momento, la que ya creció y evolucionó.

  4. Habla de ello sin romantizar: Cuéntale a alguien cercano cómo te sientes, pero evita decir frases tipo “era perfecto”. Di lo que fue con verdad. Eso también sana.

Idealizar a un ex es parte del proceso, pero quedarte a vivir en esa fantasía sí puede frenarte. La nostalgia puede tener voz, pero no debería tener el control. El amor propio también se trata de eso: de recordar sin mentirte, de sanar sin retroceder, y de entender que lo que fue no siempre tiene que volver.

Si estás pasando por ese momento donde te preguntas si fue error dejarlo, respira y recuerda a veces extrañas lo que pensaste que iba a ser, no lo que realmente fue.