Estas pequeñas figuras coleccionables se han ganado el cariño del mundo entero por sus diseños adorables, variados colores y el hecho de que puedes llevarlas contigo a todos lados. Sin embargo, desde que se volvieron tendencia, también han sido blanco de teorías que los relacionan con entidades demoníacas.
En redes sociales ha surgido la teoría de que los Labubu están inspirados en Pazuzu, un antiguo demonio mesopotámico que, aunque aterrador, era invocado como protector contra otros males. Esta asociación cobra fuerza, especialmente porque muchos usan estos muñecos como llaveros o amuletos, sobre todo en mujeres y niños, justo como se hacía con los amuletos de Pazuzu en la antigüedad.
Además del parecido fonético entre “Labubu” y “Labbu” (una palabra acadia que hace referencia a una bestia monstruosa), los internautas han señalado similitudes físicas, ambos tienen rostros sonrientes, expresiones exageradas y cuerpos cubiertos de pelo. Y aunque el creador de Labubu, Kasing Lung, nunca ha confirmado una conexión directa, las coincidencias alimentan el misterio.
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¿Quién fue Pazuzu?
Pazuzu es una figura demoníaca de la mitología asirio-babilónica, conocida por su temible apariencia: cuerpo escamoso, cabeza de león o perro, alas de águila, cola de escorpión y garras afiladas. Gobernaba a los demonios del viento del suroeste, y se le temía por provocar sequías, tormentas de arena y enfermedades.
A pesar de ser una entidad temida, Pazuzu era invocado como protector, especialmente contra Lamashtu, una demonio que atacaba a mujeres embarazadas y niños pequeños. Por ello, era común llevar su imagen en colgantes, estatuillas o collares como forma de protección.
¿Un amuleto moderno?
Aunque no hay evidencia concreta de que los Labubu estén basados directamente en Pazuzu, algunos creen que podrían representar una versión contemporánea y tierna de esta figura ancestral. Tal vez una reinterpretación moderna que, en lugar de espantar, enternece pero que aún guarda un toque misterioso.
Así que la próxima vez que veas uno de estos adorables muñecos, recuerda que tal vez no sea solo una figura de colección. Podría ser un pequeño guardián, heredero de una oscura pero poderosa tradición mesopotámica.