MENTE SANA

¿Y si la esperanza fuera medicina? Revelan su poder terapéutico

Un análisis en más de 5,000 pacientes muestra que quienes tienen metas claras y visión positiva enfrentan mejor la enfermedad cardíaca

Un análisis en más de 5,000 pacientes muestra que quienes tienen metas claras y visión positiva enfrentan mejor la enfermedad cardíacaCréditos: Azura
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Tener esperanza podría ser más que una actitud positiva: una herramienta terapéutica para quienes viven con enfermedades cardiovasculares, esto de acuerdo con investigadores británicos quienes encontraron que mantener una visión optimista no solo mejora el estado de ánimo, también reduce síntomas físicos y hasta el riesgo de muerte. El hallazgo fue presentado en la British Cardiovascular Society, celebrada en Manchester, y propone incluir la salud emocional como parte esencial del tratamiento cardíaco. 

El estudio, liderado por Alexander Montasem y respaldado por la Universidad de Liverpool, el Lancashire Cardiac Centre y la British Heart Foundation, revisó a más de 5,000 pacientes, la conclusión es clara: quienes conservan la esperanza enfrentan mejor la enfermedad y presentan menos complicaciones graves, incluso cuando hay antecedentes de infartos o accidentes cerebrovasculares. 

La desesperanza, por el contrario, podría multiplicar hasta por seis el riesgo de muerte en hombres con enfermedades del corazón, y no, no es una metáfora, esto tiene que ver con neuroquímica, con adherencia al tratamiento y con una capacidad concreta de planear metas personales. 

Para medir la esperanza se usaron herramientas clínicas validadas, como cuestionarios que evalúan motivación y habilidades para planificar, así se comprobó que esta emoción protege frente al deterioro físico, además de disminuir los niveles de ansiedad, depresión y angustia anticipatoria. 

El efecto se compara con el del placebo o el nocebo, donde la mente modula síntomas reales solo por la expectativa del cuerpo. Montasem insiste en que la salud mental debe formar parte del abordaje médico y que fomentar la esperanza es una intervención clínica posible, útil y urgente. 

Ya se planean terapias para cultivarla, como ejercicios de metas, acompañamiento emocional, incluso el contacto con lo espiritual durante una hospitalización. Todo suma, porque sí, tener esperanza podría ser una forma de medicina preventiva.