El agua de arroz se ha convertido en uno de los remedios de belleza favoritos de muchas mujeres, y no es casualidad. Aunque suene súper simple, este líquido tiene un montón de beneficios para la piel y lo mejor es que lo puedes hacer en casa con ingredientes que ya tienes en la cocina.
No necesitas gastar en sueros carísimos ni en cremas milagrosas. A veces, la solución está en lo más básico y el arroz, que ya usas para cocinar, puede ser el mejor aliado de tu rutina de cuidado facial.
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¿Por qué es tan buena el agua de arroz?
El agua de arroz contiene antioxidantes, vitaminas del grupo B, minerales y aminoácidos que ayudan a:
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Iluminar la piel de forma natural
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Desinflamar y calmar irritaciones o rojeces
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Mejorar la textura y suavidad
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Regular el exceso de grasa en la zona T
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Reducir la apariencia de poros dilatados
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Dar un efecto “glow” sin usar maquillaje
Lo mejor es que es apta para todo tipo de piel: seca, grasa, mixta o sensible. Es un tip de belleza natural que viene desde Asia, especialmente de culturas como la japonesa o coreana, donde se valora muchísimo el cuidado de la piel desde lo natural.
Cómo preparar agua de arroz en casa
No te compliques. Aquí va una receta sencilla y rápida:
INGREDIENTES
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½ taza de arroz blanco (el más común)
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1 taza de agua purificada
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Recipiente con tapa
- Colador
PASO A PASO
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Lava el arroz para quitarle el exceso de almidón.
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Colócalo en un recipiente y agrega el agua.
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Déjalo reposar durante 30 minutos (también puedes hervirlo si prefieres una versión más concentrada).
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Cuela el arroz y guarda el líquido en un frasco limpio.
- Puedes guardarlo en el refri por hasta 5 días.
Cómo aplicarlo en tu rutina de skincare
Tienes varias formas de usar el agua de arroz según lo que busques:
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Como tónico facial: Después de lavarte la cara, aplica con un algodón o con tus manos limpias dando toquecitos suaves.
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Como bruma refrescante: Pasa el agua a un atomizador y úsala en el día cuando necesites hidratar tu piel o calmarla.
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Como mascarilla express: Empapa una toallita o algodón y colócala en tu rostro por 10 minutos.
Hazlo 3 a 4 veces por semana y verás cómo tu piel se va viendo más parejita, suave y con más vida.
Tips extra para mejores resultados
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Siempre lava bien el arroz antes de prepararlo.
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No uses agua de arroz que ya huela raro o esté turbia después de varios días.
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Si tienes piel sensible, haz una prueba en una zona pequeña antes de aplicarlo en todo el rostro.
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Puedes combinarla con una gotita de aceite de rosa mosqueta o aloe vera si buscas un efecto aún más hidratante.
El agua de arroz es ese tipo de secreto casero que parece demasiado simple para ser cierto pero que sí funciona. Y lo mejor de todo, es natural, económico y súper fácil de incorporar a tu rutina. Así que si estás buscando algo que mejore tu piel sin gastar de más, ya sabes por dónde empezar.