Un bowl de agua con hielo, treinta segundos de valentía y millones de reproducciones después, la red declara que el invierno ha llegado… al baño de tu casa. La tendencia face icing, que consiste en sumergir el rostro en agua gélida o deslizar cubos sobre la piel ha explotado en TikTok e Instagram como el ritual exprés para “cerrar poros”, reducir hinchazón matinal y lograr ese brillo que las coreanas llaman glass skin.
Aunque parezca descubrimiento nuevo, la práctica tiene raíces en los baños helados eslavos y en el jamsu coreano, técnica que sella el maquillaje con un chapuzón frío. Incluso Jennie, de BLACKPINK, confesó a Teen Vogue que recurre a una cubeta de hielo antes de los desfiles de Chanel para “tensar” la piel y bajar la apariencia roja.
El frío provoca vasoconstricción: los vasos se contraen, la piel se ve más tersa y la inflamación cede, por lo que a decir de la ciencia, si bien la práctica puede ofrecer mejoras temporales, la evidencia científica aún es limitada, según aclara un informe de The Times of India.
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Por su parte, la dermatóloga de Singapur Dr. Teo Wan Lin añadió que, si se busca un efecto real y seguro, lo ideal es no dejar el hielo sobre la misma zona más de un minuto y jamás aplicarlo sin una tela protectora.
Las letras pequeñas del hielo
Tiempo máximo: 7-10?minutos por sesión.
Nunca en piel directa: cubre el hielo con un pañuelo suave para evitar quemaduras por frío.
Evítalo si tienes rosácea o capilares frágiles: la vasoconstricción seguida de rebote puede agravar el enrojecimiento.
Para prolongar el efecto sin riesgos, los expertos recomiendan guardar sérums y mascarillas en el refrigerador o probar dispositivos de crioterapia certificados en lugar de cubos caseros.
Como pasa con tantas tendencias virales el truco está en la moderación. Porque cuando se trata de belleza, un toque de frío puede ser refrescante; un exceso, simplemente escalofriante.