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¿Te ha pasado esto? Descubre si estás viviendo una crisis de ansiedad

Si alguna vez sentiste que el mundo se te venía encima sin razón aparente, podrías haber vivido una crisis de ansiedad., aquí te contamos cómo reconocer las señales y qué hacer al respecto

Si alguna vez sentiste que el mundo se te venía encima sin razón aparente, podrías haber vivido una crisis de ansiedad., aquí te contamos cómo reconocer las señales y qué hacer al respectoCréditos: Web
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Sentir ansiedad de vez en cuando es una reacción esperable frente a la vida moderna, pero cuando el cuerpo ya no puede distinguir entre una preocupación pasajera y una amenaza real, es cuando comienza el problema. De acuerdo con Mayo Clinic, una de las instituciones médicas más reconocidas del mundo, detectar los síntomas de una crisis de ansiedad no solo es posible: es urgente.

Nerviosismo constante, pensamientos repetitivos difíciles de frenar, sudoración repentina, palpitaciones, sensación de pánico sin causa aparente, malestar estomacal o insomnio... todos estos signos pueden indicar que algo no va bien. Y no siempre se manifiestan con dramatismo: a veces basta una frase dicha al azar.

Ese fue el caso de Víctor (nombre cambiado), quien recuerda que, durante una tarde aparentemente tranquila con amigos y de pronto todo se nubló: “Sentí que me faltaba el aire, que algo malo iba a pasar, y no podía explicar por qué. Estaba rodeado de gente, pero me sentía solo. Me temblaban las manos, me latía el corazón como loco, y solo quería salir corriendo”.

Lo que vivió Víctor fue una crisis de pánico, una de las expresiones más agudas de los trastornos de ansiedad, de acuerdo con la American Psychiatric Association, existen diversos tipos de ansiedad: agorafobia, ansiedad generalizada, trastorno por separación, ansiedad por enfermedad y trastorno de pánico, entre otros.

Aunque sus causas pueden variar (desde experiencias personales hasta predisposición genética), los expertos coinciden en que sí existen formas de reducir su impacto:

  • Terapia cognitivo-conductual con profesionales de la salud mental.
  • Actividad física regular.
  • Técnicas de respiración y meditación.
  • Reducción del consumo de estimulantes como la cafeína o el alcohol.

El mensaje es claro, la ansiedad no es debilidad ni exageración, sino una respuesta fisiológica que, cuando se desregula, puede incapacitar, pero también es tratable, escuchar al cuerpo, hablar del tema sin miedo y buscar apoyo son pasos clave hacia el equilibrio emocional.