Aunque la celulitis es completamente normal y la mayoría de las mujeres la tienen, muchas buscan opciones naturales para mejorar la textura de la piel. Uno de los métodos más usados por modelos, influencers y hasta actrices es la combinación del cepillado en seco con masajes drenantes. No es magia, pero sí puede marcar diferencia si se hace con constancia.
El cepillado en seco o dry brushing consiste en pasar un cepillo de cerdas naturales por la piel seca con movimientos largos y ascendentes. Se hace antes del baño, y además de exfoliar, estimula el sistema linfático, mejora la circulación y promueve la eliminación de toxinas. Este paso se ha vuelto rutina en la piel de muchas mujeres que buscan desinflamar, tonificar y darle un boost de energía al cuerpo.
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Después del cepillado, muchas optan por aplicar aceites como el de café, almendras o centella asiática, y acompañarlos con masajes circulares o incluso con herramientas como la ventosa o la gua sha corporal. Estos movimientos ayudan a romper la retención de líquidos que a veces acentúa la celulitis y a movilizar los depósitos de grasa superficial. La clave está en ser constante, hacerlo con fuerza moderada y sin lastimar la piel.
¿Cuándo se notan los resultados?
No es inmediato, pero si se hace 4 a 5 veces por semana, muchas personas reportan una mejora en el aspecto de la piel desde la tercera o cuarta semana. La piel se siente más suave, hay menos hinchazón y algunas zonas empiezan a verse más lisas.
Consejos clave para que funcione:
- Siempre cepilla en dirección al corazón (de abajo hacia arriba).
- Hazlo con la piel totalmente seca y sin cremas.
- Después del masaje, báñate con agua templada y termina con un chorro frío.
- Hidrátate bien, porque el sistema linfático necesita agua para eliminar toxinas.
Este tipo de ritual se ha popularizado tanto que modelos como Miranda Kerr, Behati Prinsloo o Elsa Hosk lo han mencionado en entrevistas como parte de su rutina diaria. No es una cura milagrosa, pero sí una práctica simple y accesible que puede ayudar a mejorar la textura de la piel, al mismo tiempo que es un ratito de autocuidado.