REALIDAD DISTORSIONADA

Síndrome de Alicia en el país de las maravillas: señales, causas y cuándo buscar ayuda

Distorsiones visuales, causas y cuándo consultar a un especialista. Entiende este fenómeno que mezcla literatura y neurología

Distorsiones visuales, causas y cuándo consultar a un especialista. Entiende este fenómeno que mezcla literatura y neurologíaCréditos: Disney
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En la era de TikTok y reels virales, abundan términos psicológicos y neurológicos que se vuelven tendencia: del famoso “Síndrome de Peter Pan” al popularizado “Síndrome de Doña Florinda”, pero uno de los que más intriga ha despertado recientemente es el llamado Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, un fenómeno que conecta literatura, neurología y percepción alterada de la realidad.

Su nombre se inspira directamente en la obra de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas, donde la protagonista vive episodios surrealistas: crecer y encoger repentinamente, ver puertas diminutas o elementos que cambian de tamaño, aunque la novela es fantasía pura, la medicina usa esa imagen para describir un trastorno neurológico real, poco común, que altera la percepción del tamaño y la forma de los objetos.

Quienes presentan este síndrome, también conocido como AIWS por sus siglas en inglés, pueden experimentar distorsiones visuales tan intensas que ven elementos del entorno o partes de su propio cuerpo más grandes (macropsia) o más pequeños (micropsia) de lo que realmente son, esto puede generar confusión, ansiedad y, en algunos casos, desorientación sobre la distancia a la que se encuentran objetos o personas.

Un detalle que llama la atención es que estas alucinaciones suelen ser pasajeras, la mayoría de los episodios ocurren en la transición al sueño o durante la noche, y duran apenas unos minutos. Sin embargo, para quien los experimenta, la experiencia puede ser desconcertante.

Aunque parezca sacado de un cuento, el Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas tiene explicación médica, generalmente se relaciona con migrañas, infecciones virales como la mononucleosis o, en casos poco frecuentes, con epilepsia o lesiones cerebrales, ni es exclusivo de niños ni de adultos: cualquier persona puede vivirlo al menos una vez en la vida.

Los especialistas subrayan que, aunque este fenómeno no es grave en la mayoría de los casos, siempre es recomendable consultar a un neurólogo si los episodios son recurrentes o se acompañan de otros síntomas, la percepción alterada del espacio puede alterar la rutina y generar ansiedad.