El verano 2025 se tiñe de un rosa que, lejos de ser infantil, es símbolo de sofisticación y poder silencioso: el baby pink. Este tono, también conocido como rosa pastel o rosa empolvado, ha conquistado las colecciones de firmas como Versace, Jacquemus y Carolina Herrera, posicionándose como el color estrella de la temporada.
Su capacidad para adaptarse tanto al minimalismo contemporáneo como a la estética más romántica lo convierte en el favorito de editoras de moda, celebridades e influencers globales.
El rosa pastel, que en décadas pasadas se asociaba a la inocencia o lo femenino tradicional, hoy se resignifica como una declaración de estilo con identidad propia. De acuerdo con Pantone y WGSN, el auge del "quiet luxury" y la búsqueda de armonía visual ha favorecido colores suaves pero potentes.
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Este tono suave no solo domina las pasarelas, sino que también se extiende al maquillaje, la decoración y el diseño de interiores, consolidando su presencia como un símbolo de equilibrio entre lo clásico y lo moderno.
En moda, el baby pink se adapta con elegancia a piezas estructuradas como blazers y pantalones de lino, pero también brilla en texturas etéreas como el tul y la seda. Además, su versatilidad cromática lo convierte en un aliado perfecto para tonos neutros, metálicos e incluso neones, permitiendo infinitas combinaciones que reflejan personalidad sin perder la delicadeza.