SALUD HORMONAL

Cortisol alto; la razón por la que te sientes cansada, ansiosa y con antojos todo el día

¿Sientes que vives agotada, estresada y con hambre emocional aunque “todo esté bien”? Te explicamos qué es, cómo identificarlo y qué hacer para recuperarte

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¿Te sientes irritable, agotada y con mil antojos aunque hayas dormido bien? No estás exagerando, ni te estás volviendo loca. Todo esto podría tener un nombre y es el cortisol elevado, también conocido como la hormona del estrés. Y aunque muchas veces se le culpa al “estrés” sin más, lo cierto es que esta hormona puede tener un impacto mucho más profundo en cómo te sientes, piensas y hasta cómo te ves.

¿Qué es el cortisol y por qué es tan importante?

El cortisol es una hormona que produce tu cuerpo de manera natural y su función es ayudarte a responder al estrés, te activa, te da energía y pone en alerta tu cuerpo para enfrentar situaciones de peligro. Pero cuando ese estrés no se va, el cortisol se queda elevado más tiempo del que debería. Y ahí es donde empieza el caos interno.

¿Qué pasa cuando tienes el cortisol alto por mucho tiempo?

Según diversos estudios, mantener niveles altos de cortisol de forma prolongada puede provocar:

  • Cansancio extremo, incluso después de dormir
  • Ansiedad o pensamientos acelerados
  • Hambre emocional, sobre todo por cosas dulces o saladas
  • Problemas digestivos (colitis, inflamación, gases)
  • Dificultad para concentrarte o tomar decisiones
  • Caída de cabello o cambios en la piel
  • Problemas para bajar de peso, especialmente en el abdomen

¿Y por qué se mantiene alto aunque “no estés tan estresada”?

Porque el cuerpo no distingue entre estrés real y estrés emocional o mental, puede ser una discusión con tu pareja, sentirte sola, vivir con ansiedad, cargar con culpas, tener una agenda saturada o incluso no darte tiempo para ti todo eso genera un impacto interno que tu cuerpo interpreta como “peligro”, y responde con más cortisol.

Además, hay factores que lo empeoran, como:

  • Dormir mal o tener horarios caóticos

  • Tomar demasiada cafeína

  • No comer a tus horas

  • Estar en un entorno que no te deja relajarte nunca

  • E incluso, no llorar o no sacar lo que sientes también sube el cortisol

¿Cómo puedes empezar a bajar tus niveles de cortisol?

No se trata de eliminarlo (porque lo necesitamos), sino de regularlo. Y para eso, el autocuidado emocional y físico es clave. Aquí algunos pasos que pueden ayudarte:

  • Dormir al menos 7 horas, en horarios estables
  • Hacer pausas reales durante el día (aunque sean de 10 minutos)
  • Caminar o moverte un poco todos los días, sin presión
  • Respirar profundo por 5 minutos (sí, funciona)
  • Tomar suficiente agua y evitar ayunos prolongados
  • Y lo más importante, escucharte emocionalmente. Si algo te duele, te molesta o te estresa, no lo ignores.

Cuando sientes que tu cuerpo está saturado, que no puedes más, que vives en modo “sobrevivencia” y que nada te llena quizá no seas tú, es tu cortisol pidiendo auxilio. Bajarlo no es egoísmo, es salud y aprender a vivir con más calma no es un lujo, es una necesidad que tu cuerpo está gritando.