Antes de abrir las puertas de Tim Burton, El Laberinto, su esperada exposición inmersiva en la Ciudad de México, el cineasta estadounidense sorprendió a fanáticos y visitantes al realizar una visita no anunciada a Tepoztlán, Morelos. Conocido por su estética oscura y mundos fantásticos, Burton encontró en este pueblo mágico un escenario que parece salido de una de sus películas.
El director de Beetlejuice, El joven manos de tijera y El cadáver de la novia llegó al país el pasado fin de semana para afinar detalles de su muestra, pero antes de pisar la capital decidió recorrer uno de los rincones más emblemáticos del estado de Morelos, célebre por su misticismo, su paisaje montañoso y su arraigo cultural.
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Un paseo entre neblina, lluvia y sonrisas
Pese a la lluvia, Tim Burton fue visto caminando por las calles empedradas del centro de Tepoztlán, entre puestos de artesanías, altares florales y vendedores de nieves típicas, de acuerdo con imágenes que circularon en redes sociales, el director se mostró accesible con las personas que lo reconocieron: sonrió, firmó autógrafos, posó para fotografías e incluso abrazó algunos de sus seguidores.
Tepoztlán no solo forma parte de la red oficial de Pueblos Mágicos de México, sino que ha sido históricamente un centro de peregrinación espiritual y artístico. Entre sus visitantes frecuentes figuran escritores, músicos y cineastas, atraídos por el magnetismo de su historia, sus tradiciones prehispánicas y la vista del cerro del Tepozteco, donde se encuentran restos de un antiguo templo.
El director ha mostrado interés en la estética del folclore mexicano en anteriores entrevistas, en más de una ocasión ha declarado que admira el colorido del Día de Muertos y la iconografía que rodea a la muerte en el país, aspectos que se han reflejado en su obra visual.