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¿Buscas paz y naturaleza? Este pueblo de Tamaulipas lo tiene todo y casi nadie lo conoce

Un rincón con historia en la frontera que ofrece calma, paisajes únicos y esa sensación de estar lejos del caos

Escrito en TURISMO el

México rebosa de riqueza cultural, histórica, natural y artística, y sus pueblos mágicos son una prueba viviente. Hoy nos vamos al norte, hasta Tamaulipas, para descubrir Ciudad Mier, fundada en 1753 y considerada uno de los asentamientos más antiguos de la frontera con EU. Aquí la vida transcurre entre la memoria de la Colonia, los paisajes del río Bravo y el encanto de dos presas que hacen suspirar a cualquier amante de la pesca.

FOTO: pueblosmagicos.mexicodesconocido.com.mx

Por qué poner a Ciudad Mier en tu radar

Imprescindibles del Centro Histórico

La Plaza de Armas es el corazón del pueblo, rodeada de árboles, con un kiosco de hierro que recuerda los tiempos del Porfiriato. Desde ahí puedes caminar hacia la Parroquia de la Purísima Concepción, una iglesia con torres desiguales que fue inaugurada en 1795 y que es símbolo total del lugar.

Otro edificio que no puedes dejar de visitar es la Casa de las Columnas, también conocida como el Edificio Consistorial. Fue construido en el siglo XIX y ha tenido muchas vidas: fue cárcel, templo masónico y sede del ayuntamiento.

La Capilla de San Juan Bautista, con su fachada de piedra color café, es pequeña pero llena de historia. Y si quieres conocer una anécdota muy curiosa, ve a la Casa de los Frijoles Pintos, un lugar donde se cuenta que se usaron frijoles para decidir el destino de prisioneros texanos.

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Visitar Ciudad Mier es regalarte un respiro. Es caminar por calles con historia, ver atardeceres frente al agua y descubrir que todavía existen lugares donde la vida va sin prisa. Ya sea que vayas por un fin de semana tranquilo, por una buena jornada de pesca o solo por el gusto de conocer un rincón con alma, este pueblo mágico de Tamaulipas tiene todo para quedarse en tu memoria. A veces, lo que más necesitamos está justo en los lugares que casi nadie voltea a ver.