Enclavado en una región montañosa de la Sierra Norte, este mirador de cristal ofrece una aventura que combina adrenalina y belleza natural. Suspendido a 290 metros de altura y con una estructura que se extiende en forma de ‘U’, esta plataforma permite a los visitantes vivir la sensación única de “tocar el cielo” con sus propias manos.
El mirador de cristal Cuachirindoo se encuentra en el municipio de Ixtlán de Juárez, en el corazón de la Sierra Norte de Oaxaca. Esta región es conocida por sus impresionantes paisajes montañosos, sus bosques de encinos y pinos, y su riqueza cultural que atrae a viajeros interesados en la naturaleza y la aventura.
Desde la ciudad de Oaxaca, el acceso es relativamente sencillo, con un recorrido de aproximadamente una hora y media, mientras que desde la cabecera municipal, solo se tarda unos 15 minutos en automóvil para llegar a este icónico destino.
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Cuachirindoo, cuyo nombre proviene del cerro sobre el cual está construido, es uno de los miradores más altos de Latinoamérica, con una plataforma de cristal que permite a los visitantes disfrutar de vistas panorámicas inigualables y sentir una conexión única con el entorno natural.
Construido con materiales de alta resistencia, el mirador soporta hasta 15 toneladas y se mantiene firme incluso frente a sismos, lo que garantiza seguridad sin sacrificar la emoción del vértigo. Desde este punto, la panorámica de los bosques de encinos y pinos que dominan el paisaje es simplemente espectacular, ideal para los amantes de la fotografía y la naturaleza.
Además de esta experiencia aérea, la zona ofrece actividades complementarias como tirolesas, paseos en bicicleta y recorridos por grutas con ríos subterráneos, además de opciones para hospedarse en cabañas o acampar bajo el cielo estrellado. Con horario abierto todos los días de la semana, esta joya para aventureros promete ser un destino obligado para quienes buscan conectar con la naturaleza y desafiar sus propios límites.