El mundo del cine está de luto. Este jueves por la madrugada, el actor Michael Madsen fue encontrado sin vida en su casa en Malibú, según reportó el portal TMZ. El actor tenía 67 años y era ampliamente reconocido por sus papeles en películas icónicas como Kill Bill, Reservoir Dogs y Donnie Brasco.
De acuerdo con fuentes policiales, una persona llamó al 911 y agentes del Sheriff del Condado de Los Ángeles acudieron al lugar, donde encontraron al actor ya sin signos vitales. Hasta el momento, no se ha confirmado la causa oficial de su muerte, aunque las autoridades han informado que el caso se está tratando como una muerte natural.
Aunque su fallecimiento ha tomado por sorpresa a muchos, su equipo reveló que Madsen se encontraba entusiasmado con los proyectos que tenía en puerta.
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En declaraciones para TMZ, sus representantes señalaron que en los últimos dos años el actor había estado muy activo en el cine independiente, con varios largometrajes próximos a estrenarse como Resurrection Road, Concessions y Cookbook for Southern Housewives. “Estaba realmente ansioso por este nuevo capítulo en su vida”, dijeron.
Además del cine, Michael también estaba trabajando en su faceta como escritor. Se preparaba para lanzar un libro titulado “Lágrimas por mi padre: pensamientos y poemas fuera de la ley”, una obra que, según su equipo, era muy personal para él.
“Michael fue uno de los actores más emblemáticos de Hollywood, a quien muchos extrañarán”, escribieron sus representantes en un comunicado.
Nacido en Chicago, Madsen comenzó su carrera actoral en 1983 con la cinta WarGames, y a lo largo de las décadas construyó una filmografía poderosa con papeles cargados de fuerza, rudeza y profundidad emocional. Además de trabajar con Quentin Tarantino en Kill Bill y Reservoir Dogs, también participó en Thelma & Louise, The Hateful Eight, y Once Upon a Time in Hollywood.
Hoy, Hollywood pierde a un rostro inolvidable, una voz inconfundible y una presencia que marcó una era del cine.