Esta semana París se convirtió en la capital de la fantasía con el arranque del desfile de Alta Costura Otoño/Invierno 2025 de Schiaparelli, y entre plumas, drama y siluetas escultóricas, una aparición se robó por completo el show fue la de la cantante Dua Lipa.
La cantante británica llegó como toda una musa moderna con un vestido blanco de inspiración nupcial, que parecía salido de un sueño. El diseño, presentado originalmente en la colección primavera pasada de la maison, destacaba por sus texturas en relieve tipo escamas, que le daban un efecto 3D ultra glam, mientras que el escote discreto en forma de lágrima y la abertura frontal hasta el muslo aportaban el toque justo de sensualidad sin perder elegancia.
Dua lo complementó con aretes XXL en blanco y negro, característicos de la firma y unas sandalias negras de plataforma, un contraste que rompía lo tradicional y dejaba claro que esto no era un look de novia común. El peinado suelto y el maquillaje natural hicieron que el vestido tuviera todo el protagonismo.
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Pero más allá de la moda, lo que volvió viral este look fue el contexto personal pues la cantante confirmó recientemente su compromiso con el actor Callum Turner, y aunque no hay fecha oficial de boda, Dua ya admitió que ha comenzado a pensar en su vestido ¿y si este fuera un primer adelanto?
El atuendo estuvo perfectamente alineado con los códigos de Schiaparelli, drama, vanguardia y simbolismo, pero también conectó con la narrativa que Lipa viene construyendo en los últimos meses, una artista más madura, enamorada y con cada vez más presencia en el mundo de la moda. Con esta aparición, Dua no solo reafirma su lugar como referente de estilo.