La valentía, el coraje, el amor a sus padres, esposo e hijos fue algo fundamental para que Cristy Mante enfrentara una batalla para tener una mejor calidad de vida y sobrevivir al cáncer de mama.
Con un gran respeto y mucha responsabilidad Cristy nos comparte su experiencia de vida; amable y llena de dulzura nos habla de un antes y un después al convertirse en una superviviente que cada día valora la vida y nos habla desde el agradecimiento.
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¿Cómo te das cuenta de tu enfermedad?
Una mañana al bañarme, palpé una bolita, ese mismo día fui a sacarme una mamografía y eco. El radiólogo no me dijo nada, pero sospeché que algo no estaba del todo bien. Al día siguiente en los resultados me recomendaban una biopsia.
¿Cuál fue el diagnóstico del médico?
Mi cáncer era etapa 3, hormonosensible/HER2 negativo.
Confiando con fe en que todo iba a salir bien. No siempre fui fuerte, aprendí que no siempre tenía que serlo aunque constantemente lo intenté para que mi familia no me viera tan mal. Había días en los que puedes con todo y otros en los que me daba paz llorar y descansar.
¿En qué consistió tu tratamiento?
En tomar 16 quimioterapias, las primeras 12 fueron una por semana y las últimas 4 cada 15 días ya que eran más fuertes. Luego tuve la cirugía y por último 25 radiaciones. Actualmente estoy con mi terapia anti-hormonal.
¿Qué te mantuvo positiva ante la adversidad?
Mi esposo, mis hijos, mis papás, mis hermanos, mis cuñadas mis primas mis tías, mis suegros, mis amigas, mi equipo médico y sin duda, mi perrita Bonnie. Cada una de esas personas fue clave para que yo estuviera bien. Nunca olvidaré a cada uno de los que
estuvieron a mi lado.
¿Cómo es tu vida ahora que todo pasó?
Fíjate que sigo con algunos tratamientos, tomo medicamento diariamente, una inyección cada 30 días, cada 6 meses una infusión para cuidar mis huesos y los estudios que regularmente me piden mis doctores cada cierto tiempo. A algunas personas les quedan algunas secuelas después de la lucha contra el cáncer una de las que me quedó a mí fue linfedema en brazo derecho. Ha sido muy pesado cargar con eso pero nada que no se pueda tratar.
Creo que me volví más introvertida. Disfruto estar en mi casa, me gusta la tranquilidad, soy feliz estando en casa escuchando música tranquila, estar con mi perrita, con mis plantas y tomando café, observo mucho más que antes a las personas, me gusta escuchar sus pláticas en un ambiente tranquilo y agradable.
¿Cómo le hiciste para ser fuerte y mantener el ánimo de que todo saldría bien?
Creo que no se trata de ser fuerte todo el tiempo. Veo campañas que nos llaman “guerreras”, yo no me vi ni me veo así. Yo me permití enojarme, llorar, sentir miedo, reírme de mí misma y después seguir adelante. Ser honesta conmigo me ayudó
a salir adelante.
¿Qué mensaje les darías a las mujeres que están padeciendo este tipo de afrenta?
Que no tienes que ser fuerte todos los días, hay días para todo y lo que sientas es válido. Claro que debemos poner de nuestra parte. A todos nos pasan cosas buenas y cosas malas, depende de ti cómo lo vas a enfrentar. Platica con tus amigas de otros temas, despéjate, no eres solo una enfermedad, mereces seguir con una vida bonita tratando de hacer lo que disfrutas. No estés sola. Haz ejercicio.
¿Qué medidas son las pertinentes para monitorear la salud sobre este padecimiento?
Como nos dicen en todas las campañas: la prevención es lo más importante. Revisarte, acudir a chequeos periódicos y escuchar a tu cuerpo puede marcar la diferencia. No te dejes para después, nada es más importante que tu salud. De verdad, cuando estás en enfermedad te das cuenta que esa frase de “lo importante es tener salud” es muy cierta. Elige en qué campañas participar que realmente estén apoyando a la causa.
- Fotógrafo: Roberto Dawe @rode92mx
- Fashion Stylist: Pavel Gámez @neveroverdressedpg
- Make up: Abril Dawe
- Asistente: Defo Rojas @defoblogart