El ex príncipe Andrés, ahora conocido como Andrew Mountbatten-Windsor, ha rechazado formalmente una solicitud del Congreso de Estados Unidos para declarar sobre su relación con el financiero fallecido Jeffrey Epstein. La petición fue enviada por 16 legisladores demócratas miembros de la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes.
Según los congresistas, Andrew tiene información relevante para esclarecer la red de abuso sexual de Epstein, ya que su amistad con el empresario ha estado documentada en registros públicos. Aunque su cooperación sería clave para la investigación, el ex miembro de la familia real se ha negado a dar una “entrevista transcrita” solicitada para reportar oficialmente sus versiones.
Te podría interesar
Desde Londres, el ex príncipe ha permanecido en silencio, a pesar de que la citación fue emitida con un plazo hasta el 20 de noviembre para responder, no se ha registrado una respuesta pública concreta.
Los demócratas a cargo de la investigación, incluidos Robert García y Suhas Subramanyan, han expresado su frustración con su negativa. En un comunicado, afirmaron que “el silencio habla por sí mismo” y advirtieron que los documentos revisados hasta ahora plantean preguntas “serias” que Andrés debería responder.
A esta presión se suman voces políticas del Reino Unido, el primer ministro Keir Starmer señaló que como principio básico las personas con información valiosa en casos como este deberían cooperar con las autoridades, aunque no se refirió directamente al ex príncipe.
El debate se complica por un aspecto legal clave, el Congreso estadounidense no puede obligar a un extranjero a testificar. Esta limitación deja en un limbo político la exigencia de responsabilidad, mientras algunos legisladores advierten que continuarán la investigación con o sin su testimonio.