Cuando llega el invierno, la piel suele perder luminosidad debido al frío, la resequedad y la menor exposición solar, por lo que muchas personas buscan mantener o conseguir un tono bronceado incluso en esta temporada, sin embargo, lograrlo requiere cuidados específicos, ya que la piel tiende a sensibilizarse más por el clima.
Aunque en invierno los rayos solares parecen menos fuertes, la radiación UVA continúa presente y puede dañar la piel incluso en días nublados. Por esa razón, si vas a exponerte al sol, utiliza protector solar con FPS 30 como mínimo y aplícalo media hora antes de salir. Los dermatólogos señalan que los rayos UVA son los responsables del bronceado permanente, pero también del envejecimiento prematuro y de problemas cutáneos, por lo que la protección sigue siendo fundamental incluso en invierno.
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Si deseas tomar el sol para broncearte, aprovecha la luz solar de manera consciente. Los especialistas recomiendan hacerlo durante los horarios menos agresivos (antes de las 11:00 am y después de las 4:00 pm) y durante lapsos breves, para evitar irritación, manchas y resequedad, además, procura mantener la piel hidratada, ya que el frío disminuye la humedad cutánea y puede hacer que el bronceado se vuelva opaco o desigual.
Una alternativa segura y muy recomendada para invierno son los autobronceadores. Hoy existen fórmulas progresivas, veganas y sin parabenos que aportan un tono natural sin exposición a rayos UV. Se aplican sobre la piel limpia, preferentemente después de exfoliar para lograr un acabado más uniforme. Estos productos también contienen activos hidratantes que dan un brillo saludable sin necesidad de “tomar sol”.
Si buscas un color más intenso sin depender del clima, también existen tratamientos profesionales como el bronceado en spray o aerógrafo. A diferencia de las camas solares, estos métodos no emplean radiación UV, por lo que no representan riesgos asociados al fotoenvejecimiento. Muchos además incorporan DHA de origen vegetal que se adhiere a la capa superficial de la piel, dejándola con un tono natural y temporal, ideal para temporadas frías.
Hay que cuidar la hidratación diaria para conservar el bronceado por más tiempo, Cremas corporales, aceites naturales y productos after sun enriquecidos con aloe vera ayudan a calmar la piel, sellar la humedad y prolongar la tonalidad, el secreto no es exponerse más, sino proteger la piel, mantenerla nutrida y recurrir a opciones que realmente favorezcan su salud en invierno.