Hay trucos que cruzan generaciones y fronteras, y uno de ellos es el uso del aloe vera para calmar la piel tras una larga exposición al sol. Esta planta, también conocida como sábila, es rica en vitaminas A, C, E y B12, además de contener enzimas y aminoácidos que la convierten en un bálsamo natural para pieles irritadas.
El truco viral que circula en redes es tan sencillo como efectivo: congela gel de aloe vera natural en moldes de cubos de hielo y aplícalo directamente sobre la piel enrojecida.
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El efecto frío ayuda a reducir la inflamación y el ardor, mientras que las propiedades del aloe hidratan y regeneran la epidermis, por lo que se convierte en un regenerador celular extraordinario y que es ideal tras quemaduras solares leves
No solo se trata de aliviar el dolor: el uso constante de sábila ayuda a prevenir la descamación, mejora la elasticidad de la piel y acelera su recuperación. Eso sí, para mejores resultados, se recomienda utilizar gel de aloe 100% puro o extraerlo directamente de la planta.
Tras un día de playa o una caminata en la ciudad bajo el sol intenso, este truco natural no solo es refrescante, sino también altamente reparador.