El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos arremetió contra Kim Kardashian luego de que, durante una premiación en Venecia, la socialité cuestionara las redadas migratorias de Donald Trump. Funcionarias del gobierno aseguraron que la socialité estaba “mal informada” y defendieron las deportaciones de inmigrantes con antecedentes criminales.
Esto luego de que Kim Kardashian recibió un reconocimiento a su labor en justicia penal, un camino que ha recorrido con determinación desde que en 2018 impulsó la liberación de Alice Marie Johnson, condenada a cadena perpetua por un delito no violento de drogas.
Minutos antes de subir al escenario, Kardashian fue cuestionada sobre las redadas migratorias implementadas por la administración de Donald Trump, momento que la influencer aprovechó para lanzar una dura crítica.
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En las noticias escuchas: ‘Oh, se trata de personas que han cometido estos crímenes’, pero luego te enteras de todas las personas que han trabajado tan duro para construir nuestro país, y de tantas otras que son una parte fundamental de él y que están siendo afectadas
Las palabras llegaron rápidamente a oídos del Departamento de Seguridad Nacional, que respondió con dureza. Tricia McLaughlin, subsecretaria de la dependencia, aseguró a TMZ que Kardashian estaba “mal informada y desconectada de la realidad”, subrayando que las deportaciones se centran en “asesinos, violadores, pandilleros y pedófilos”.
Desde la Casa Blanca, Abigail Jackson reforzó el mensaje señalando que el Presidente Donald Trump está cumpliendo la promesa de deportar inmigrantes ilegales criminales.
El presidente Trump está cumpliendo su promesa con el pueblo estadounidense de deportar a inmigrantes ilegales criminales y hacer a América segura nuevamente, sin importar lo que digan las celebridades de élite de Hollywood
Desde hace varios años, Kim Kardashian ha usado su fama para impulsar causas relacionadas con la reforma de la justicia penal. En mayo pasado se graduó como abogada, siguiendo los pasos de su padre, Robert Kardashian, recordado por su participación en el juicio de O.J. Simpson.
Su activismo ha dejado huella, pues en 2019, ayudó a liberar a Chris Young, condenado a cadena perpetua por un delito menor de drogas, quien fue el encargado de entregarle el premio en Venecia.