Migrar o vivir lejos de casa siempre implica adaptarse, y aunque las razones pueden variar, hay un duelo silencioso que rara vez se menciona: el de dejar atrás el sabor de lo propio. Para muchas personas mexicanas, la comida no es solo un gusto, es identidad, arraigo y recuerdo.
Por eso, encontrar un auténtico taco fuera del país puede convertirse en un evento casi místico, así lo vivió el creador de contenido @javokun, un mexicano que actualmente radica en Japón, quien al enterarse de la existencia de una taquería con “sello mexicano” decidió comprobar por sí mismo si era real… o una de esas versiones adaptadas al paladar extranjero.
Lo que encontró fue mucho más que tortillas y salsa: halló un pedazo de México al otro lado del mundo, en un video que suma ya cientos de miles de reproducciones, muestra su visita a la taquería de Yamita, un hombre japonés que aprendió el arte de los tacos durante su estancia en México, donde vivió cuidando de familiares.
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Hoy, desde Japón, honra esa experiencia con una cocina que no se trata solo de vender comida, sino de compartir una filosofía: “Los tacos son amor, amor para compartir”.
Desde que se abre la puerta, el lugar grita México: música ranchera, imágenes religiosas como el Sagrado Corazón y la Virgen María, memorabilia de Bimbo, y un olor que muchos reconocemos sin pensarlo: carne dorándose al comal, tortillas calientes y el picante de la salsa recién hecha.
Tacos con doble tortilla, carne generosa, salsa de verdad y limones con jugo son parte de la experiencia.
Pero Yamita no se quedó solo con la técnica, su concepto de vida como taquero está completamente atravesado por lo emocional.
Cuando te levantas quieres hacer tacos… la vida de taquero es como adictiva. No es para hacer dinero, es para comunicarse con la gente con el corazón. No vendemos tacos, compartimos amor.
El éxito de la taquería no ha pasado desapercibido en redes, decenas de usuarios han reaccionado con emoción, nostalgia y hasta orgullo, reconociendo que este tipo de espacios ayudan a sobrellevar la distancia, para quienes están lejos de México, un buen taco no solo es una comida: es una forma de regresar, aunque sea por unos minutos, a casa.