IGUALDAD DE GÉNERO

‘Solo para hombres’ es una frase que sigue siendo vigente en estos países; ¡prohíben mujeres!

Hay lugares en los que la igualdad de género todavía no les ha tocado la puerta, estos son algunos de los lugares en los que las mujeres están "prohibidas"

Estos cinco ejemplos nos recuerdan que, a pesar de los avances en la igualdad de género, aún existen barreras.Créditos: Pixabay
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Empezamos nuestro tour con el Monte Athos en Grecia. Este lugar, hogar de varios monasterios ortodoxos, es famoso por su estricta prohibición a las mujeres. Parece que la pureza monástica aquí es tan delicada que hasta la presencia de una gallina podría ser una distracción. Uno se pregunta si los monjes reciben las noticias del mundo exterior por palomas mensajeras.

Cruzamos mares para llegar a la sagrada isla japonesa de Okinoshima. Aquí, la entrada a las mujeres está prohibida por una tradición ancestral ligada a los dioses del mar y los peligros de los viajes marítimos. Los únicos hombres que pueden pisar esta isla son sacerdotes sintoístas, y deben someterse a estrictos rituales de purificación. Digamos que es como un "spa" divino... ¡solo para ellos!

En algunas mezquitas ultra-conservadoras alrededor del mundo, las mujeres tienen prohibido el acceso a ciertas áreas o incluso a la mezquita por completo. Las razones varían, pero a menudo se basan en interpretaciones estrictas de textos religiosos y roles de género. Uno no puede evitar preguntarse si Alá tiene una política de "código de vestimenta y género" tan específica.

Finalmente, no podemos olvidarnos de los clásicos clubes privados "solo para hombres" que aún existen en algunas partes del mundo. Estos lugares, que evocan imágenes de caballeros bebiendo brandy y conspirando en cómodos sillones de cuero, siguen siendo un misterio para la mayoría de las mujeres (y para algunos hombres que no cumplen con ciertos "estándares").

Estos cinco ejemplos nos recuerdan que, a pesar de los avances en la igualdad de género, aún existen barreras (a veces literales) que impiden la plena participación de las mujeres en ciertos espacios. Si bien algunas de estas prohibiciones están ligadas a tradiciones culturales o religiosas profundamente arraigadas, es importante seguir cuestionando y dialogando sobre estas normas en un mundo que busca la equidad.