Primero se oyen los pájaros. Luego, el rumor de un río que baja con paciencia entre lajas doradas. A la sombra de los sabinos, el sol juega con el agua y la deja verde, a ratos azul; el norte también sabe ser oasis.
La carretera es recta, franca, y aparece una hilera de casas bajas, plaza chica y el campanario que señala las horas. Aquí se viene a mojarse los pies, a mirar a lo ancho y a comer sencillo.
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El tesoro tiene nombre: Candela, Coahuila, Pueblo Mágico de aguas termales, pozas cristalinas y veredas que huelen a campo.
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Cómo llegar y cuándo ir
Desde los Dos Laredos, calcula unas cuatro horas por carretera. Conviene manejar de día, revisar clima y llevar efectivo para accesos a parajes y balnearios. La temporada seca regala agua transparente; en lluvias, confirma aperturas y corrientes con prestadores locales.
Ver para coleccionar
- Aguas termales a cielo abierto para soltar tensiones sin spa ni prisa.
- Parajes del río con piedras planas y pozas turquesa: lleva calzado acuático y respeta zonas señalizadas.
- Cañón y miradores de sierra baja: luz de tarde para fotos sin filtro.
- Plaza y templo: bancas, portales, helado y conversación con calma.
Dónde comer y qué probar
La mesa es norteña y honesta: discada, asado y frijoles de la olla. En la mañana, machacado con huevo; a la tarde, dulces de nuez y pan recién salido. Agua en termos, gorra y bloqueador: el sol cae de frente.
Itinerario sugerido (24–36 horas)
- Día 1: Llegada (10:00) Paraje del río para aclimatarse. Comida casera en el centro. Aguas termales al atardecer . Cena corta y cielo estrellado.
- Día 2: Paseo temprano por plaza y templo. Regreso al río (fotos con luz suave). Antojo de dulces de nuez para el camino.
Tips y cuidado del entorno
Calzado con suela, bolsa para tus residuos y respeto por horarios y señalética. Evita vidrio en los parajes, no uses música a volumen alto y prefiere operadores locales. Así, el oasis sigue siéndolo para quienes viven aquí... y para quienes vuelven.